Virginia Woolf se preguntaba cómo llevar el sol a una página, cómo conseguir que el lector vea la luna mientras se eleva en el horizonte por medio de una o dos palabras. Se preguntaba cómo lograr un efecto máximo por medio de recursos mínimos, tal cómo le sucede a Charles Steele, el pintor protagonista de su novela "El cuarto de Jacob", quien con una sola pincelada de negro violáceo cambiaba el tono general del paisaje que acaba de componer sobre una tela.
Las analogías entre la poesía y la pintura se remontan ya a una afirmación de Simónides de Ceos en el siglo V a. C., recogida por Plutarco, según la cual «la pintura es poesía silenciosa, la poesía es pintura que habla».
Literatura y plástica, ambas disciplinas se nutren la una a la otra. Muchos son los puentes que se han tendidos entre ambas disciplinas, y en múltiples direcciones:
Balzac escribió "La obra maestra desconocida" situando la acción de la novela, cuyo protagonista era un pintor, en el mismo domicilio de Paris donde 100 años después Picasso pinto el "Guernica". Turner pinto "El castillo de Norham sobre el Tweed" inspirándose en versos del poeta James Thomson. Que hubiera sido de Oscar Wilde sin poder apoyarse en la pintura para crear "El retrato de Dorian Gray"? Tampoco parecen distanciarse "Las Flores del mal" de Baudelaire y "El bebedor de absenta" de Manet. Zola y Cézanne, una amistad rota debido a la novela "La obra". Dalí se encargó de hacer una nueva "Alicia en el país de las maravillas" , el original texto de Carroll, con un fabuloso estilo pop art. Sábato nos contó la historia del artista Juan Pablo Casel en su novela "El tunel". Y si, Tracy Chevalier nos sedujo con su inspirada "La chica de la perla" donde novela una posible historia que se esconda detrás del retrato del mismo nombre de Vermeer.
Y así llego a "7set" la muestra que estos días exhibimos en Artemisia donde la artista Ángela Álvarez se ha apoyado en 7 textos de siete artistas distintos (Brossa, Murakami, Tabucchi, Proust, Berger, Zagajewski y Pizarnik) para llevar a la plástica distintos aspectos de cada uno de estos libros.
Porque libros y obras de arte construyen historias.
Podemos considerar cada obra de arte como un libro,
eso sí, escrito con signos distintos a las palabras .
¿Te atrevés a comprabarlo...?
Comments