En este blog he hecho recomendaciones, he hablado sobre galerismo, he procurado hacer algo de pedagogía sobre arte (a mi manera, un poco de andar por casa), he disertado sobre la belleza… Y me quedan un montón de cosas más sobre las que hablar: la estética, la simplicidad de la obra, el canon…
Pero no quiero engañar a nadie, este blog en verdad es la excusa para que yo me haga preguntas y me sugiera respuestas. Siempre aparecen nuevas incógnitas. Es de recibo, a más piensas, más te das cuenta que apenas alcanzas a saber nada. Es aquel “sólo sé que no sé nada” de Sócrates.
Quiero decir con esto, que no hay verdades absolutas, creo en ello absolutamente (jeje que graciosa soy) Así que yo me pronuncio en muchas cosas pero sin ánimo de sentar cátedra ni nada por el estilo. Todos podemos opinar y todos podemos verbalizar lo que nos parezca. Y con eso, no quiero decir que a mí me valga cualquier opinión, yo acepto cualquier punto de vista (aunque no lo comparta) siempre y cuando haya un razonamiento detrás. Lo que no acepto es que se falte a la verdad, pero sí cualquier opinión, por diferente que sea a la mía, que sea argumentada y comunicada desde el respecto, nunca desde la descalificación. Con estos parámetros, todo puede estar bien, es un ejercicio de pluralismo al que todos nos debemos, los absolutismos siempre fueron malos consejeros.
¿A dónde voy? (Es una pregunta retórica, no intentéis responderla...)
ES UNA VERDAD COMO UN TEMPLO y no acepto un no por respuesta, que la cultura está en peligro y que las disciplinas humanísticas están en vías de extinción. Y a Shiva pongo por testigo que ni soy una dramática ni tengo reminiscencias venezolanas que corran por mis venas, la verdad, y toda la verdad, es que o nos ponemos las pilas o “Houston Houston tenemos un problema” Por favor, ministerios de cultura del mundo, dejen de recortar en educación y de reducir los niveles de exigencia académicos para no tener cuotas de fracaso escolar tan altas, por favor, no me sean ustedes hipocritillas.
Mirar, tal y como yo lo veo, al margen de la capacidad que la cultura tiene de generar réditos económicos (os lo aseguro, los tiene: museos, teatros, bibliotecas, galerías de arte, salas de conciertos bla bla bla…. todo eso genera puestos de trabajos, beneficios lucrativos, bla bla bla…) la cultura es el bien más precioso que tiene la humanidad. A ver si consigo concretar:
Si algo nos diferencia a los humanos de cualquier otra especie es la capacidad de reflexión y el lenguaje (En verdad, a mí no me gustan los bichos, pero empiezo a pensar que algunos animales son más listos que nosotros, pero ese es otro tema)
La reflexión nos permite unir los saberes, ¿entendemos la importancia de eso? Todo lo parcelamos, los especializamos, lo sectorizamos. Estamos perdiendo la visión holística de todo lo que nos rodea, una visión global para comprender como “encajan” las piezas. Os pondré dos ejemplos de la importancia de mirar desde la globalidad (que no globalización):
Un médico que sólo sana una enfermedad, sin observar la causa originaria. Solventa el problema circunstancialmente, pero si no erradica la causa, la dolencia volverá.
En el mundo empresarial, si me centro en desarrollar i+d pero no en la producción no sirve de nada, no tengo nada. O a lo mejor sí produzco, pero se me olvida el marketing, tengo un producto superior pero no se lo vendo a nadie.
¿Consigo hacer entender la importancia de la reflexión? No es un mero entretenimiento al que nos abandonamos unos cuantos friquis. Las humanidades abogan por desarrollar la capacidad de reflexión sin la cual, amigos, no somos nada!
Pero hay más. Entre todas las todas las disciplinas humanísticas el arte es una más. Eso que algunos todavía osan decir (que no argumentar) que el arte es inútil, no puede estar más lejos de la realidad. Dijo Eugène Ionesco “Si no se comprende la utilidad de los inútil, la inutilidad de la útil, no se comprende el arte” Es así. Alguien dijo que lo inútil es necesario para hacer más bella cualquier cosa.
Fue Kakuzo Okakura quien dijo en “El libro del te” (1906) que el hombre se volvió más humano cuando percibió la sutil utilidad de lo inútil. Y cito “El hombre primitivo, cuando ofreció la primera guirnalda a su enamorada, trascendió la bestia. Aconteció humano en elevarse por encima de las crudas necesidades de la naturaleza. Entró en el reinado del arte cuando percibió la sutil utilidad de lo inútil”
Sabéis, buceando por todas esas actividades consideradas inútiles como ver una película, leer una novela, visitar una exposición… podemos cultivar una sensibilidad que nos haga pensar que queremos ser parte de un mundo mejor, más justo, más noble. O por lo menos, durante un rato, nos habremos escabullido de una realidad que tal vez no nos guste. ¿No es eso de una gran utilidad? Me lo pregunto.
También me pregunto porque tantas veces en la historia poderes absolutos decidieron quemar libros, saquear bibliotecas, destruir estatuas… si la cultura no sirve para nada, si no son ningún peligro, ¿porque tantos se esforzaron es suprimirla? Me lo pregunto. Y me respondo: el saber, la cultura, el arte son espacios por donde ideas peligrosísimas derivan en libre albedrio, ideas de democracia, de libertad, de justicia, de crítica, de solidaridad….
Mmm... peligroso, verdad?
Sin olvidarnos que leyendo a los clásicos, viendo el arte antiguo... viajamos al pasado y conocemos un poco más de quienes somos. No es gratuito, conocer nuestros orígenes nos hace saber algo más de nosotros mismos, de quienes somos, cómo hemos llegado hasta aquí e incluso hacía donde vamos. Y sirve para ver que el ser humano, en verdad, guarda un poso que no cambia: Lee a Shakespeare, te podrás reconocer en cualquier de sus personajes, porque las emociones no dejaron de existir, ni siquiera cambiaron, somos eso, somos alma.
Respiramos, igual que pensamos, imaginamos, soñamos, creamos… nada de eso sería posible sin la reflexión. La reflexión, insisto, no es posible sin cultivar las humanidades. No nos concentremos exclusivamente en acumular cosas, parémonos un momento por favor, cultivemos la reflexión, busquemos el tiempo para hacerlo, porque nada tiene sentido sin ella, ¿o acaso queremos ser una máquina sin alma? Lo afirmo, todos podemos hacerlo. Dijo Lorca hablando de la poesía de Neruda “Yo os aconsejo escuchar con atención este gran poeta e intentar conmoveros con él, cada uno a su manera. La poesía requiere una larga iniciación como cualquier deporte, pero en la verdadera poesía hay un perfume, un acento, un destello luminoso que todas las criaturas pueden percibir. Y ojalá os sirva para nutrir este grano de locura que todos llevamos dentro (…)” (Universidad de Madrid, 1934)
Y termino con un poema de Luis Eduardo Aute, es que si lo dice él, que más puedo decir yo....
“Diastoléctica”
Es la razón científica?
Le preguntó el cerebro al corazón.
La razón es concientífica.
Le respondió en una arritmia el corazón.
No te entiendo, explícate!Le ordenó el cerebro. La razón sin corazón es una cadáver, y la ciencia sin conciencia es un monstruo.
Le razonó el corazón.
Eso no es una respuesta científica.
Se lamentó el cerebro.
Eso es poesía.
Es verdad lo que dices.
Le aclaró el corazón.
Quien ha nombrado con razón la palabra poesía has sido tú, no yo.
Pd1. Hace unos días leí que Mr. Google va a contratar en el futuro 4000 licenciados en humanidades. Madre mía, al final el Sr. Google cambiará las cosas (otra vez)
Pd2. Siento una entrada tan larga… los riesgos de reflexionar… y de pasarte 7 horas seguidas leyendo un tratado sobre la utilidad de lo inútil (Nuccio Ordine tiene la culpa)
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