Este año nos propusimos organizar todas las exposiciones alrededor de un motivo concreto: el vínculo entre la plástica y la literatura.
El escritor E.M.Forster definió los personajes planos como aquellos que tienen uno o dos rasgos de personalidad, no más. Los personajes redondos, sin embargo, los detalló como aquellos que presentan múltiples rasgos, aunque sean contradictorios, que se van desarrollando a lo largo de la historia.
Siempre pensé que se podía llevar esto a la vida, dándole una vuelta, pero diferenciando claramente entre las personas que siempre circulan por la misma línea recta, mientras otros buscamos (sí, me incluyo) un desvío en el camino, no para llegar más rápido, sino para ponernos a prueba y descubrirnos en nuevas y múltiples facetas. Naturalmente implica un riesgo no apto para los personajes planos. Otro profesor, no de literatura si no de yoga, me aconsejó que buscará siempre el círculo, pero con una peculiaridad: que pretendiera la espirar, que buscara crecer un paso a cada vuelta.
Dicho esto... Este año, y retomo el tema, el Equipo Artemisia pensó en dibujar un círculo que permitiera, de alguna manera, que todas las muestras preparadas en la sala fueran parte de un todo. Y sin embargo, no era suficiente. Nos propusimos desarrollar un concepto y que a cada nueva exposición pudiéramos subir un escalón.
Todas las exposiciones partirían de un punto en común: el diálogo entre la pintura y la literatura.
A partir de ahí, buscamos que lo que en principio era una dualidad (el lenguaje escrito de unos escritores y el lenguaje plástico de unos pintores) fuera fusionándose.
Primavera fue el momento para presentar"7set" de la artista Ángela Álvarez donde la pintora se inspiró en textos clásicos para representarlos plásticamente. Un 7, clara referencia al grupo artístico "Dau al set" del cual formó parte Joan Brossa, en el año dedicado a su memoria. Este mismo año en que Artemisia cumplió 7 años de vida.... Círculo completo!
Verano fue tiempo para "Paraula i dibuix en harmonia" donde la pintora Adelaida Murillo nos presentaba los dibujos con los que había ilustrado los libros de la escritora Teresa Costa-Gramunt. Un trabajo conjunto y en comunión donde la obra plástica adquiría protagonismo por igual a las letras en el momento en que los libros fueron publicados.
Otoño nos trajo los paisajes al óleo, color ocre, de Bernat Barris y sus "Rodalies Nord". Motivo de inspiración para David Sánchez, quién escribió los textos que acompañaban algunas de las obras, todo ello recogido en el libro del mismo nombre.
Y a puertas del invierno presentamos el Poemario Ilustrado "En lluita contra la paràlisi" de la pintora y poeta Carme Peirotén.
Sobra decir que en todas las propuestas, y fieles a la piedra angular de la filosofía Artemisia, siempre ha ido por delante el concepto estético y la búsqueda de la belleza en el trabajo que realizan nuestros artistas. Honestamente creo que podemos sentirnos orgullos de haber conseguido nuestros dos objetivos: hablar de literatura y plástica a medida que ambas disciplinas se asimilaban y convergían en una hermosa simbiosis.
Y así es como nosotros cerramos el círculo y damos una nueva vuelta a nuestra espiral...
PD. En algún momento anterior escribí sobre Adelaida Murillo y la cuadratura del círculo. Es otra lectura, si os interesa seguir el link.
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