Si una ciudad respiraba ARTE el fin de semana pasado era AMSTERDAM.
En varias plazas, entre ellas LEIDSPELEIN, los artistas callejeros mostraban sus trabajos de calidad más que probada. Me gustó mucho una pintora de nombre Tineke Bosselaart.
Mientras, en KUNTSRAI las galerías del país celebraban su cita anual. Eran 25 años de una feria moderna que apuesta por el arte hecho en casa, liga holandesa 95%. Dejo el 5% restante a algunos Picasso(s) y Dali(s), sin duda, cierta debilidad muestra por nuestros célebres pintores.
El bullicio rugía en el BARRIO ROJO donde se respiraba libertad a borbotones.
Sin embargo, en los interiores de BEGIJNHOF, lo que se respiraba era algo más delicado, un auténtico remanso de paz.
La plaza DAM y sus CANALES celebraban la primavera con música, gente y cerveza, mucha cerveza...
Y un dato, había más gente en la cafetería i en la tienda del RIJKSMUSEUM que dentro del museo... curioso?
En fin, que una vez más, Amsterdam me sedujo...
Me sedujo por el color primaveral de sus calles, la amabilidad de los “amsterdianos”, la vida en los canales, el “brillo” con el que te montan una actividad lúdico-cultural en cualquier rincón de la ciudad, la convivencia de tranvías y bicicletas, sus galerías de arte en las que nunca falta una copa de vino, el encanto de sus adoquines y fachadas…
Me seduce Amsterdam porque siempre que estoy allí pienso que yo debería ser amsterdaniense. Aunque eso también me ocurre en Paris, Roma, Dublín…
Y así,
como si de un instante se tratara,
pasaron 72 horas en la capital de los Países Bajos
Os cuento en otro momento lo amable que fue la gente de la Galeria Beukers Modern Art, que me gustó mucho el trabajo de la artista Cathalijn Wouters, que estaba muy bien montado el stand de gallery nine (que por cierto, igual me copio tu tarjeta de visita, muy chula), me encantaron los horizontes de Jeroen Allart, las oscuras composiciones de Otto Egberts estaban muy bien presentadas en fondo de paredes negras (me acordé de vosotros: gent del Quatre!).
También os cuento en otro momento que los holandeses son altísimos (se conoce que es porque comen mucho queso con una hormona que les hace crecer, va en serio, lo contó Javier, el guía del free tour de Sandemans, muy recomendable), decía, altísimos y guapísimos.
Y ya en otro momento pues os cuento también que si vais al Beer Bar Temple os tratarán muy bien, os darán una Temple que no tiene más de 6 grados y sabor suave suave. Y ya también os contaré que he vuelto morena porque hacía un sol espectacular, y que también había muchos italianos, pocos españoles, muchas despedidas de solteros…
Y ya, pues… eso, que os voy contando!
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