Pues sí, al final mi semana de navidad ha terminado descalabrándose: un incendio en la cocina, una pérdida, alguna pesadilla y un buen resfriado.
Y llega el viernes por la noche y mi cuerpo me pide a gritos una cañita para apaciguar el espíritu. Así que una servidora y cuatro amigos más nos acercamos al Anonims de Granollers (bar, restaurante, lugar de encuentro, exposiciones y muchos libros). Y me tomo mi cañita. Y resulta que hoy actúa una piltrafilla llamada Mad’Zelle. Y la chica lo hace lo mejor que sabe, suena folk, se provee de una dulce voz, su guitarra, un teclado cachumbo, un mini ampli, mucha timidez, nervios por doquier, y también dispone un público dispuesto a escucharla, porque lo hace lo mejor que sabe. Vende sus dos cd, con 3 y 5 canciones cada uno de ellos. Imposible no comprarle.
Y esa noche te has llevado una caña, un concierto, una cena, una charlita, algunas risas, y la mejor compañía.
Y alcanzo el sábado por la noche, toca cena de navidad con la familia postiza, mis amigos. Y sé que no estoy al 100%. Pero me lo ponen tan fácil… La cena es una sucesión de platos elaborados con altas dosis de cariño, gran selección en la bso, un brindis y el momento “amigo invisible”. Y ahí, justo ahí, me da el subidón porque me ha tocado el regalo más elaborado, más especial… Me han regalado un “bosque teatrizado de poemas” Así, como lo leéis, un teatrito donde la escenografía es un bosque de árboles provisto de letras, palabras y poemas de Papasseit y Estellés. (Ese Ll, que crack, que artista, que amigo!)
Y esa noche te has llevado una cena, muchas risas, algunos lobos, un bosque de poemas, mucho cariño y la mejor compañía.
Y llega el domingo, final del día, final de la semana, y sé que lo mejor será que mañana amanezca un nuevo comienzo. Y entonces escribo en este blog, porque quiero recordarme que (a pesar de los pesares) en los dos últimos días he tenido música, gastronomía y poesía. Y entonces me digo: “Cris, ves? A pesar de todos los dramas de la vida, a pesar de todos ellos, sí, hay mucho arte por todas partes, y gente con quien compartirlo”
Y ahora, justo ahora, quiero decirlo en voz alta para tratar de recordarlo, siempre …
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